Mucho tiempo ha pasado de esto. Fue el comienzo.
Como buen depredador las evoluciones cada vez mas sofisticadas no paran de sorprendernos.
Ya no valdrá con 'levantar el pie' del acelerador.Los rádares que estipulan la velocidad media del vehículo midiendo la distancia y el tiempo de recorrido llegan a España. En Cataluña se ha anunciado la ubicación de estos dispositivos en 35 tramos entre 2008 y 2010. Por ahora, algunos se disponen en pruebas en carreteras de Madrid y Barcelona.
¿Cómo funciona este dispositivo?
El Radar de control de velocidad media de tramo, también conocido como SPECS, ésta en tramos de entre 8 y 12 kilómetros de longitud.
Entre dicha distancia, se ubican dos dispositivos en cada uno de los carriles que van equipados con cámaras fotográficas digitales que incorporan un sistema de reconocimiento de matrícula (OCR) y un reloj. Cuando el coche pasa por el primer radar, éste anota la hora y, kilómetros después, el siguiente dispositivo, vuelve a reconocer la matrícula y la hora a la que discurre dicho vehículo. Ambos sistemas envían la información al centro de gestión de tráfico, donde un sistema informático calcula el tiempo recorrido y, por tanto, la velocidad empleada.
Si el tiempo de recorrido y, en consecuencia, la velocidad media del coche analizado supera el límite permitido, se procede a la sanción. Según expone la DGT este sistema es mucho más fiable ya que no puede ser detectado por los antirradares y no se permite eludirlo simplemente con levantar el pie del acelerador en un punto determinado.
Su implantación, en pruebas en algunos tramos de nuestras carreteras, está en vías de estudio, ya que el principal obstáculo lo presenta el vigente marco legal que obliga, para expedir la sanción, señalar el punto kilométrico exacto en el que el conductor cometía la infracción (cosa que no tardaran en solventar seguro).
No sólo las carreteras catalanas están realizando pruebas con estos dispositivos. En Madrid hay dos de estos radares: uno situado en plena M-30 entre la altura de Alfonso XIII y plaza de Castilla y otro en la A-1, carretera de Burgos, en un tramo cuya longitud llega a los 12,1 kilómetros.
El Radar de control de velocidad media de tramo, también conocido como SPECS, ésta en tramos de entre 8 y 12 kilómetros de longitud.
Entre dicha distancia, se ubican dos dispositivos en cada uno de los carriles que van equipados con cámaras fotográficas digitales que incorporan un sistema de reconocimiento de matrícula (OCR) y un reloj. Cuando el coche pasa por el primer radar, éste anota la hora y, kilómetros después, el siguiente dispositivo, vuelve a reconocer la matrícula y la hora a la que discurre dicho vehículo. Ambos sistemas envían la información al centro de gestión de tráfico, donde un sistema informático calcula el tiempo recorrido y, por tanto, la velocidad empleada.
Si el tiempo de recorrido y, en consecuencia, la velocidad media del coche analizado supera el límite permitido, se procede a la sanción. Según expone la DGT este sistema es mucho más fiable ya que no puede ser detectado por los antirradares y no se permite eludirlo simplemente con levantar el pie del acelerador en un punto determinado.
Su implantación, en pruebas en algunos tramos de nuestras carreteras, está en vías de estudio, ya que el principal obstáculo lo presenta el vigente marco legal que obliga, para expedir la sanción, señalar el punto kilométrico exacto en el que el conductor cometía la infracción (cosa que no tardaran en solventar seguro).
No sólo las carreteras catalanas están realizando pruebas con estos dispositivos. En Madrid hay dos de estos radares: uno situado en plena M-30 entre la altura de Alfonso XIII y plaza de Castilla y otro en la A-1, carretera de Burgos, en un tramo cuya longitud llega a los 12,1 kilómetros.

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